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Discursos - 27 February، 2024

Declaración del Líder Muammar Al-Gadafi en la Reunión Ministerial de la Unión Africana y la Unión Europea sobre la Migración y el Desarrollo

En nombre de Dios

Bienvenidos a Libia. Acojo con sumo agrado esta reunión de la Unión Europea y la Unión Africana. Dado que el tema de nuestra reunión es la migración y el desarrollo, esta reunión continental refleja el sentido de responsabilidad de los gobiernos y de otros protagonistas respecto de los ciudadanos de nuestras respectivas Uniones.

Además de ser expresión del sentido de responsabilidad respecto de los ciudadanos de cada una de las dos Uniones, refleja también el hecho de que somos conscientes del crecimiento de este fenómeno, que se ha impuesto recientemente de una manera que ha llevado a todos los interesados a reflexionar con el fin de hallar las mejores maneras de abordarlo.

No quiero extenderme demasiado. Tampoco quiero hacer un refrito de lo que ustedes han dicho hoy, ni de lo que se ha dicho en otros foros, acerca de este fenómeno. Se ha arrojado luz sobre este fenómeno y se lo ha examinado detenida y cabalmente. Quiero referirme brevemente a algunos principios humanos y naturales constantes y abordar la naturaleza de la vida de la gente.

Actuar en contra de la naturaleza es nadar contra la corriente. Nadar contra la corriente es una manera segura de fracasar. En muchas de las cuestiones importantes del mundo actual se está nadando contra la corriente. Por lo tanto, existe en el mundo una falla en muchas cuestiones políticas, económicas, sociales y de seguridad.  Esa falla es consecuencia del hecho de que se hace caso omiso de las reglas de la naturaleza.

Naturalmente, la Tierra pertenece a todos los seres humanos. Dios creó la Tierra para todos los humanos. Nos ha dicho que circulemos por ella. Tenemos un Libro Celestial Revelado denominado el Corán (que ustedes crean o no en él es otra cuestión). En ese libro, Dios nos ordena que migremos hacia distintas partes de la Tierra. Nos dice que vayamos hacia donde queramos. Eso es un reconocimiento de que la Tierra pertenece a todos y que todos tienen derecho a desplazarle por ella para obtener su sustento. Por estos motivos, uno tiene derecho a migrar hacia diferentes partes de la Tierra, porque Dios la creó para todos.

Debemos detenernos ante este hecho. Debemos creer que la Tierra nos pertenece a todos. La gente tiene derecho a migrar hacia cualquier parte de la Tierra y a vivir en cualquier parte de la Tierra. Las fronteras políticas, los documentos oficiales y otras cosas similares son inventos nuevos y falsos. La Naturaleza no los reconoce.

Ustedes han visto cómo esos nuevos inventos causaron problemas, controversias fronterizas y guerras entre Estados. A veces, centenares o incluso miles de personas mueren en una guerra por unos pocos centímetros de tierra. El problema que ustedes están examinando, y que causa tanta preocupación, consiste en hallar la manera de abordar el movimiento, o la migración, de la gente sobre la Tierra. Este problema es consecuencia  de las fronteras que hemos creado, de la identidad que hemos inventado para cada grupo de personas, y de los documentos oficiales que esas personas tienen que llevar consigo. Nosotros creamos todas estas cosas antinaturales y artificiales.

Lo natural es que la gente se desplace, viva y busque su sustento en cualquier parte de la Tierra. ¿Quiénes son los actuales habitantes de Europa? Son migrantes procedentes de Asia. Europa supo estar deshabitada. Si se hubiese prohibido la migración, hoy Europa seguiría estando deshabitada. ¿Quiénes son los habitantes de América del Norte y de América del Sur? Son migrantes procedentes de otros continentes. En América del Norte, procedían de Europa; en América del Sur, de la Península Ibérica, de África y de otras partes. Esto también es un hecho.

En el África Septentrional somos originariamente migrantes. Llegamos desde la Península Arábiga hace 1.000 años. Algunos de nosotros llegamos hace 5.000 años. Los denominados bereberes son árabes que emigraron de la Península Arábiga hace 5.000 años. Los árabes, que vinieron con el Islam, llevan aquí más de 1.000 años. Esos flujos migratorios crearon los pueblos que actualmente habitan el África Septentrional.

En el plano mundial ahora se habla mucho acerca de los pueblos indígenas, de sus derechos, de su trágica historia y de su exterminio. ¿Qué significa eso? Significa que los migrantes llegaron a determinado sitio y pasaron a ocupar en él un lugar tan dominante que exterminaron a la población indígena o redujeron drásticamente el número de sus integrantes. Los restantes se han visto sometidos a una discriminación tan intensa que ahora existe un clamor internacional en favor de la protección de sus derechos. Cuando hablamos de “pueblos indígenas”, eso significa que hay migrantes que llegaron a cierto lugar y se establecieron en él, ya se trate de Australia, América, África o partes de Asia. ¿Acaso los habitantes actuales de Australia son su población indígena? En absoluto.

Son migrantes. ¿Cuál es la población indígena de Australia? Quedan sólo unos pocos. Los demás fueron oprimidos o exterminados. ¿Cuál es el pueblo indígena de los Estados Unidos? Son los llamados indios pieles rojas. ¿Dónde están ahora? Fueron asesinados y exterminados. Si vamos a prohibir la migración, entonces prohibamos la presencia humana en todos los continentes. Que cada uno regrese a la tierra de la que proviene. Que los habitantes de América regresen a Europa. Que los europeos regresen a Asia. Los árabes del África Septentrional deberían regresar a la Península Arábiga. Los habitantes de Australia deben regresar a Gran Bretaña, a los Países Bajos o a cualquier otro país del que provengan. Los boers de Sudáfrica, que han pasado a ser parte integrante de su pueblo, deben regresar a los Países Bajos.

Estos son hechos concretos. Sin embargo, cuando los ministros y los expertos se reúnen, no se ocupan de ellos. Pasan por alto estos hechos irrefutables y perturbadores. Nos centramos en las ramas y en las hojas del árbol, y no les prestamos atención a las raíces. Es un intento condenado al fracaso.

Millones de negros fueron transferidos desde África hacia Europa y hacia los Estados Unidos. ¿Por qué ahora se les quiere poner freno? Eso es un doble rasero. Cuando se necesitaba a los negros para que fuesen bestias de carga, nadie dijo que había que respetarlos y había que dejar que siguieran viviendo en su propio continente. Por el contrario, se adujo que su transferencia era legítima. Se los despachaba como cargamento a través del océano. A los que no estaban en buenas condiciones físicas se los arrojaba por la borda como alimento para los peces. América del Norte y Europa se desarrollaron gracias al trabajo de los negros. Fue una migración forzada. Cuando el movimiento de personas de un lugar a otro era beneficioso para ciertos grupos, a los negros se les impuso la migración. Se los cazaba como a animales en la jungla africana. Ahora a esas mismas personas, los africanos negros, se les dice que su movimiento y su migración desde África son motivo de preocupación y que hay que ponerles fin.

Esas pobres almas preguntan: “Cuando ustedes lo necesitaron, transfirieron a nuestros ancestros y dijeron que la migración era necesaria. ¿Por qué ahora la situación es diferente?” Es verdad que las cosas que acabo de mencionar están presentes, en cierto modo, en el pensamiento de muchas personas, algunas de ellas analfabetas. Esos pensamientos las impulsan a emigrar. En su diálogo interno, se preguntan: “Si transfirieron a mis ancestros, ¿por qué ahora me ponen obstáculos en el camino?” La migración fue el motor del desarrollo del mundo. Algunas razas migraron hacia otros lugares. Los pueblos indígenas se asimilaron. Los emigrantes llegaron e hicieron que Australia, las islas del Pacífico y el Atlántico se desarrollaran. Se establecieron en todos los continentes del mundo e hicieron que se desarrollaran. Esto es lo que ese pobre africano analfabeto se pregunta ahora: “¿Por qué ahora no me permiten pasar?” La respuesta a esa pregunta es lo que lo lleva a abordar los “botes de la muerte” de los que ustedes han hablado.

“En la última era de la esclavitud la raza negra fue esclavizada por la raza blanca. La memoria de esa era seguirá vívida en la mente de los negros hasta que sientan que se los ha rehabilitado y que han recuperado su dignidad. Ese trágico hecho histórico, la dolorosa conciencia de su existencia y la búsqueda psicológica de la satisfacción que dimana de la rehabilitación de toda una raza son los motivos que impulsan al movimiento de la raza negra a vengarse y a lograr la dominación. No se puede hacer caso omiso de esos motivos”. Esto es parte de lo que se dice en el Libro Verde acerca de la raza negra. Para ahorrarles tiempo, sugiero a quienes quieran leer más acerca del tema que consulten el Capítulo III del Libro Verde.

La Tierra pertenece a todos los seres humanos. La migración tuvo lugar en el pasado, y fue seguida de la esclavitud. No hubo objeciones cuando se transfería a              personas desde sus países para que fuesen explotadas como esclavos. Posteriormente llegó la era del colonialismo. Todos estos elementos están entremezclados en el corazón y en la mente de los africanos que emigran en la actualidad. Todos protestan enérgicamente contra esa migración.

El colonialismo les dio a los africanos, y a otros pueblos colonizados, la impresión de que la Tierra pertenece a todos, y de que ninguna parte de ella es propiedad exclusiva de un grupo de personas y está fuera del alcance de las demás. El pueblo del corazón de África vio cómo los belgas llegaban para asentarse en sus tierras y hacerse dueños de parte de ellas. Vio cómo todo el Congo pasó a ser propiedad personal de Leopoldo. Vio cómo personas extranjeras se asentaban en Zimbabwe, en Malawi y en lo que llamaban Rhodesia Septentrional y Rhodesia Meridional. Libia era considerada la Cuarta Orilla de Roma. Eso les dio a los libios la sensación de que Italia y Libia eran un solo Estado. Si Libia es la Cuarta Orilla de Roma, entonces ¿por qué a un libio le está prohibido ir a Italia? Cuando fue necesario que Libia fuese esa “Cuarta Orilla” de Roma, se libró una guerra para lograrlo. Ahora, lo que se dice es “no, usted es un inmigrante ilegal; usted no es bien recibido aquí; usted es libio, es un extranjero”. ¿Acaso no dijeron ustedes que Libia era su “Cuarta Orilla”? ¿Eso era aceptable entonces, cuando les convenía a ustedes, pero ahora, cuando me conviene a mí, es inaceptable?

Hasta hace muy poco tiempo, Francia sostenía que Argelia era parte integrante del suelo francés. Francia rigió Argelia durante 130 años. Francia anexó Argelia en 1830 y la declaró parte indivisible de su territorio. Ese hecho convenció a los argelinos de que Argelia y Francia eran partes de un todo. Cuando van a Francia, van a su propio país. ¿Cómo se les puede decir ahora a los argelinos que son inmigrantes? ¿Cómo es posible? Ustedes nos dijeron que Argelia era parte de Francia. Cuando tratamos de cuestionar esa afirmación, lucharon contra nosotros. Un millón y medio de argelinos dieron la vida  para luchar contra esa afirmación. Al mismo tiempo, Francia y Europa seguían insistiendo en que Argelia era parte integrante de Francia. Convencieron a los argelinos de que eran franceses y europeos. Entonces, ¿por qué no pueden ir a Francia?

Marruecos es un Estado independiente. Es miembro de la Liga Árabe, de las Naciones Unidas y de la Organización de la Conferencia Islámica. Ceuta y Melilla están geográficamente en Marruecos, pero son parte de España. ¿Cómo puede alguien convencer a un marroquí de que España y Marruecos no son lo mismo? Él considera que los dos países son uno solo. Como he dicho, el caso de Ceuta y Melilla lo demuestra. ¿Cómo se les puede decir a los marroquíes que son extranjeros e inmigrantes en España? Deberían poder ir a Madrid de la misma manera en que pueden ir a Rabat.

Durante la era colonial, al pueblo de África se le hizo creer que Europa y África eran un todo integrado. El Rey de Bélgica era dueño de todo el Congo. Ante esa situación, los congoleños, como propiedad del Rey de Bélgica, podían ir libremente a la tierra de su rey y propietario. Podían mudarse a Bélgica y vivir y trabajar allí como si estuviesen en el Congo. Lo mismo ocurría en el caso de los argelinos y Francia. Como su país era considerado la Cuarta Orilla de Roma, los libios tenían derecho a ir a Roma. A los ciudadanos de Zambia, Zimbabwe, Malawi y Rhodesia se les dijo que sus países pertenecían a Gran Bretaña. Por lo tanto, podían ir a Gran Bretaña como si estuvieran desplazándose dentro de su propio país.

En un momento determinado, el Canal de Suez fue británico. ¿Cómo impedir que un ciudadano egipcio vaya a Gran Bretaña, cuando esta era dueña de una parte de Egipto? ¿Cómo no permitir que trabaje, o incluso que resida, en Gran Bretaña? Si el Canal de Suez, una parte integrante de Egipto, era propiedad de Gran Bretaña, ¿cómo se puede privar a un egipcio del derecho a vivir en Gran Bretaña? ¿Qué es más grave: el reconocimiento de que una Potencia extranjera es propietaria de todo un canal situado en territorio de Egipto, o la presencia de algunos egipcios que buscan trabajo en Gran Bretaña?

Hoy sigue habiendo Altos Comisionados de la Corona Británica en varios países. La India era la Joya de la Corona. Entonces, millones de ciudadanos indios pueden ir a Gran Bretaña, ya que son súbditos de la Corona. ¿Cómo se les puede decir que son inmigrantes extranjeros?

La Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial fueron iniciadas por Europa. Decenas de millones de hombres murieron en esas guerras. Europa necesitaba mano de obra, y entonces se alentó a asiáticos y a africanos a que se mudaran a Europa para compensar la escasez de mano de obra. Este hecho es muy importante, porque les dio a los africanos y a los asiáticos la sensación de que, en momentos de necesidad, podían ir a Europa. Cuando Europa los necesitó, se los transfirió a Europa. Cuando se los necesitó como esclavos, como soldados y como mano de obra barata, se los transfirió. Cuando Europa necesitó colonias, fue a sus países.

Hacer caso omiso de estas acumulaciones históricas y psicológicas sería una muestra de ignorancia y de superficialidad de nuestra parte. Además, la era colonial llevó al saqueo de las riquezas de África. Las minas de oro fueron agotadas, y quedaron como enormes agujeros en la tierra. Los diamantes, el cobre, el mineral de hierro, el cobalto, el manganeso y el fosfato pasaron a manos de las antiguas Potencias coloniales. Después de haber logrado lo que se ha dado en llamar la independencia, los pueblos de las ex colonias quisieron construir sus países, y descubrieron que sus riquezas habían sido saqueadas.

Tenían la sensación de que debían ir tras esas riquezas. Un escritor francés cuyo nombre ahora no puedo recordar dijo una vez: “O la riqueza viene a la gente, o la gente irá al lugar donde está la riqueza”. Esa afirmación es cierta. Las riquezas fueron transferidas de África a Europa. Los africanos van en pos de esas riquezas de su tierra. No pueden devolverles esas riquezas a sus países. Entonces, van a trabajar como obreros en las fábricas construidas con las riquezas de su continente. Sienten que las carreteras, los sistemas de irrigación y las vías férreas que atraviesan Europa y los Estados Unidos son el fruto del trabajo de sus antepasados. Sienten que tienen derecho a una parte de todo eso.

¿Se le pueden restituir a África sus materias primas? Si es así, muy bien. Esa es la primera decisión que hay que adoptar. Los africanos fueron a Europa para buscar una parte de la riqueza que les fue saqueada. Si se les restituyesen sus materias primas, la migración se detendría. Los africanos volverían a su continente y verían que han recuperado su oro, sus diamantes, su carbón y otros materiales. Eso ayudaría a poner fin a la migración.

En Europa se transforma a productos agrícolas de África tales como el mango, la piña, el cacao, el café y la papaya  en champúes y lociones para el cuerpo, mientras los africanos necesitan esos productos. En lugar de lavarse el cuerpo con piña, los europeos deberían devolverles las piñas a los niños africanos, para que las coman. O si no, vayamos todos a Europa y usemos las piñas para lavarnos el cabello y el cuerpo. ¿Quién ha convertido esos alimentos nutritivos en productos cosméticos? Ha sido el sector privado. Lo único que busca es el lucro, a expensas de la miseria de millones de personas. Oímos hablar mucho acerca de la necesidad de alentar al sector privado. No obstante, fue ese sector el que robó la comida de los niños hambrientos y la transformó en productos cosméticos en aras del lucro, mientras los niños mueren de hambre. ¡Los huevos, el cacao, la leche y todo tipo de frutas fueron transformados en champúes!

Pasemos ahora a algunas medidas existentes que en realidad promueven la migración. El objetivo de esta reunión es abordar y revertir la migración. No obstante, existen algunas medidas políticas y administrativas que van en contra de ese objetivo y que promueven la migración.

Tomemos el caso del Proceso de Barcelona. Ese proceso abarca el África Septentrional, el Oriente Medio, Europa y el Mediterráneo. Por lo tanto, como ciudadano incluido bajo la égida de Barcelona, tengo derecho a mudarme a Europa.

¿Acaso el Proceso de Barcelona no ha hecho un llamamiento en favor de la cooperación, la erradicación de la pobreza y la libertad de movimiento y de trabajo? ¿Acaso no ha abogado en favor de la asistencia mutua y del objetivo de vivir en paz los unos con los otros? ¿Acaso no tiene el objetivo de crear un parlamento único, de armonizar la legislación y de lograr similitudes entre las partes que lo integran? ¿Cómo podemos ser similares si usted es rico y yo soy pobre? Yo debo pasar a ser tan rico como usted. Entonces usted, como ciudadano europeo, debe permitir que yo, ciudadano africano, comparta su riqueza.

El Proceso de Barcelona alienta esta corriente de pensamiento. ¿Cómo se puede iniciar ese proceso y luego oponerse a sus resultados lógicos? Esta reunión se opone al espíritu de Barcelona. El espíritu de Barcelona aboga por la integración, por la posibilidad de que millones de nosotros nos mudemos a Europa. Pongan fin al Proceso de Barcelona. Cuando lo hayan hecho, podrán decir que Europa y África son dos entidades diferentes separadas por un mar. Efectivamente, cuando se haya anulado ese proceso, me convenceré de que somos dos entidades separadas, y no una sola. Sin embargo, cuando ustedes hablan de la cooperación euromediterránea me están incluyendo en Europa. Hacen que yo, en Libia, sea parte de Europa. Sobre la base del Proceso de Barcelona, tengo derecho a ir hasta Escandinavia. Si esto es inaceptable, entonces hay que ponerle fin a ese proceso contradictorio.

Hay otra noción: la de la Nueva Vecindad, propuesta por la Unión Europea. Es tan interesante como el Proceso de Barcelona. Si queremos Barcelona, entonces aceptemos los resultados. Pero que no sea como la esclavitud y el colonialismo, que son buenos si los favorecen a ustedes y malos si me favorecen a mí.

En virtud de esa nueva iniciativa, Argelia, Marruecos, Túnez, Egipto y Jordania han pasado a ser los “vecinos” de Europa. Los vecinos tienen derechos y deberes mutuos. Cuando necesitan algo, acuden a sus vecinos. Alguien puede decir: “Soy de la vecindad. Voy a la casa de mis vecinos”. ¿Quiénes son esos vecinos? Son los europeos, que me han aceptado como vecino. ¿No han dicho acaso que Argelia, Marruecos, Túnez, Egipto e incluso Jordania, en el Oriente Medio, son sus vecinos? Entonces los habitantes de esos países tienen derecho a ir a la casa de sus vecinos en Europa.

Uno de los resultados de todos esos arreglos (Barcelona, la Nueva Vecindad y la Cooperación euromediterránea) es que los africanos que no forman parte de ese círculo van ahora a esos países africanos para tratar de llegar a Europa a través de sus “vecinos”. Alguien que procede de un país africano que no es parte en el Proceso de Barcelona va a un país africano que es parte en ese proceso, y luego va a Europa sobre la base de ese arreglo. “¿De dónde viene?”, le preguntan. “De Argelia”, responde. “¿Por qué viene a Europa?” Su respuesta sería: “Porque Argelia es parte del Proceso de Barcelona. ¿Acaso ese proceso no abarca Europa y el Mediterráneo? Soy del Mediterráneo. ¿Por qué me impiden migrar? He venido aquí para vivir y para aprovechar el Proceso de Barcelona y la Nueva Vecindad”.

Hay otra cosa que se llama “Alianza del Mediterráneo”, o algo similar. Una alianza implica que compartimos todo como socios. Si ustedes hablan de alianza pero ustedes son ricos y yo soy pobre, entonces yo debo compartir su riqueza. Eso es una alianza. ¿Es ese el significado de la alianza que se les propone a los países del África Septentrional? Si es así, muy bien; seamos socios y compartamos todo.

Estas frases son atractivas. Nadie puede oponerse a ellas. Sin embargo, el hecho de que hayan sido diseñadas con segundas intenciones y sobre la base de dobles raseros podría destruir la cooperación internacional. Sus contradicciones constituyen una grave amenaza para la política internacional. Ustedes hablan de alianza y luego dicen que no pueden compartir. Entonces vuélvanse al lugar de donde han venido. ¿No me han dicho que soy su socio? Si toman con seriedad las resoluciones que van a aprobar aquí, entonces hay que cancelar todas estas cosas: la Alianza, la Vecindad y Barcelona, y hay que volver a poner en vigor los visados.

Una de las cosas que facilitaron la migración es el visado de Shengen. Ahora la gente trata de llegar al país europeo más cercano. Una vez allí, suspiran aliviados, porque toda Europa se abre ante ellos.

En virtud de Shengen, no se necesita visado entre países europeos. Ustedes cancelaron los visados, ¿y luego se preguntan por qué ha aumentado el número de inmigrantes? Ustedes abrieron la puerta de par en par. Vuelvan a poner en vigor los visados. En el pasado, si alguien quería ir a Alemania se preguntaba: “¿Cómo puedo hacer para llegar allí?” Ahora, lo único que tiene que hacer es llegar en barco a Francia y desde allí pasar a Alemania. Shengen le permite hacerlo.

Cuando sepa que Shengen ya no está en vigor, lo pensará dos veces. Si hay fronteras y requisitos en materia de visados, ¿cómo hará para pasar de Francia a Alemania? Esos obstáculos lo van a desalentar a marcharse de Ghana, Mozambique o Zimbabwe. Ahora, la gente piensa que llegar a Europa es sencillo. Lo único que hay que hacer es llegar al país europeo más cercano, aunque haya que nadar para llegar allí. Una vez que llega, se le abre el camino hacia toda Europa. Para poner coto a la inmigración, ustedes tienen que cancelar el visado de Shengen. En caso contrario, no pueden preguntarse por qué están aumentando los flujos migratorios.

Libia también tiene que volver a poner en vigor los requisitos en materia de visado con países árabes y no árabes. Cualquier árabe puede entrar a Libia sin visado. Libia es un país árabe y es miembro de la Liga Árabe. Es un país rico, productor de petróleo, con un bajo número de habitantes y sin pobreza. Es lógico que muchos árabes quieran venir a Libia. Sin embargo, Libia no es su verdadero destino. Desde Libia pasan a Europa. Las estadísticas muestran que el 80% de los migrantes procedentes de Libia son árabes. El otro 20% procede de África. Explotan el hecho de que no necesitan visado para ingresar a Libia.

Luego se ponen en contacto con las pandillas, con los contrabandistas, con los botes y con los agentes para llegar a Europa. Se están efectuando investigaciones en Libia. Se descubrió que algunos funcionarios libios recibían comisiones ilegales y estaban involucrados en operaciones de contrabando. Han creado mafias y pandillas con ciudadanos egipcios, tunecinos, argelinos y marroquíes y con ciudadanos de algunos países de África y de Europa. Hay turistas europeas que se casan con hombres egipcios y con hombres libios, para que de esa manera sus maridos puedan ingresar legalmente a Europa. Hay muchas maneras de eludir la ley. Estoy seguro de que ustedes las conocen. Algunas personas destruyen sus pasaportes al llegar y se convierten así en un problema y una carga para ustedes.

Existen también los otros llamamientos en favor de los derechos humanos, del derecho de asilo, de los derechos de los migrantes, y de la lucha contra la discriminación y el racismo. Son frases humanitarias maravillosas. Son incluso revolucionarias. Son también uno de los elementos que alientan la migración. Si ustedes quieren limitar la migración, tienen que hacer frente a esos elementos. Si cualquier persona puede obtener la condición de refugiado y percibir un salario mensual en cuanto llega a Europa, entonces miles de personas van a precipitarse hacia Europa. Ustedes corrompieron el derecho de asilo. Existen definiciones precisas acerca de la noción de refugiado o de refugiado político. Ahora, un delincuente puede afirmar que es el presidente de un partido democrático. Puede ir a Suiza o a cualquier otro país y aducir que es perseguido en su país. Entonces se lo acepta como refugiado político y se le brinda apoyo financiero. Cuando la gente ve que un delincuente vive feliz en Suiza y que está muy bien allí, piensa que tiene que imitar su ejemplo. Cualquier delincuente, ladrón o descarriado siente la tentación de hacer lo mismo. Falsifique algunos documentos y aduzca que pertenece a la oposición en su país. Cuando esos delincuentes oyen hablar de derechos humanos y de libertad, aprovechan y aducen ser adalides de los derechos humanos y de la libertad, a fin de que se les conceda asilo. Esta actitud ha alentado a todo el mundo a hacer lo mismo.

¿Qué es un refugiado político? Es una persona involucrada en la política: un ministro, un presidente, un rey, un miembro del parlamento, alguien que posee un pasaporte diplomático o un miembro de un partido político legítimo que afronta una persecución en su país por motivos puramente políticos.  Si una persona como esa pide asilo en otro país, se la puede aceptar. Algunas personas cometen homicidios y asesinatos en sus países de origen, y, cuando se las descubre, huyen a Europa y piden que se las trate como a refugiados políticos. Eso es una farsa. Hay personas que no ocupan cargos políticos en su país y que huyen de él, aducen ser miembros de la oposición y piden asilo político. No son políticos. Son simplemente descarriados. ¿Cómo es posible que ustedes los reciban como refugiados políticos? Esa actitud ha alentado a muchísimas personas a hacer lo mismo para poder, en última instancia, vivir en Europa.

Europa tiene que reconsiderar y redefinir la noción de refugiado político. ¿Cualquier persona que los engaña puede ser un refugiado político? Vean los casos de los que recibieron asilo político y luego se convirtieron en terroristas. En Europa tienen ante sí una opción sencilla. O bien cumplen con sus lemas, lo que implica que ya no pueden cuestionar la migración y que tienen que aceptar a todos los migrantes que llegan a sus puertas, aunque sean cien millones, o bien reconsideran sus lemas y sus políticas a fin de cerrar todas las fisuras que alientan la migración. La noción de abordar la migración desde la perspectiva de la seguridad está condenada al fracaso. Las fronteras terrestres de Libia se extienden a lo largo de 6.000 kilómetros. No podemos impedir el contrabando de alimentos subsidiados y baratos hacia el Chad, el Níger, el Sudán y otros países vecinos. Nada de lo que hagamos, aunque traigamos a la OTAN para que nos ayude, nos permitirá controlar esas fronteras.

Ustedes tienen también la opción de aceptar la realidad. Podrían aceptar el hecho de que la migración es un fenómeno natural que tiene causas históricas, psicológicas y económicas. Podrían aceptar ese fenómeno de la misma manera en que aceptamos los tsunamis y otros fenómenos naturales. Entonces no tendríamos que agotarnos en reuniones como esta. Ustedes podrían hacer eso, o bien podrían abordar las causas que promueven la migración. Las causas modernas son bien conocidas. Hay que terminar con ellas. Me refiero a la cuestión de los visados, a Barcelona, al Euromediterráneo, a la Alianza, a los derechos humanos, a la manera en que se concede asilo político, a los derechos de los migrantes y a los derechos de los refugiados. Hay que reexaminar todas estas cuestiones de una manera que permita que no promuevan la migración. Todo lo que ustedes hacen y todas las cosas que existen en la actualidad la promueven. ¿Y ustedes se preguntan por qué ocurre la migración? Si un animal hambriento ve comida en las cercanías, sin ninguna duda tratará de obtenerla. ¿Cómo no? Es natural que vaya allí donde hay comida.

La gente va a Europa porque todo lo que ustedes ponen en vigor la alienta a hacerlo. Barcelona, el Euromediterráneo, el saqueo, el visado único, los derechos humanos, los derechos de los refugiados, los derechos de no sé quién, las organizaciones de la sociedad civil y todos los demás elementos del revoltijo existente alientan la migración. Todas esas cosas operan en contra de esta conferencia. Hasta el idioma tiene una función en todo esto. Si Nigeria es un país de habla inglesa, ¿cómo puede un nigeriano no ir a Gran Bretaña? Si se lo ha hecho parte de ese idioma y de esa cultura, ¿cómo y por qué se va a impedir que vaya allí? Ghana también es un país de habla inglesa. ¿Por qué a un ghaniano no se le permite ir a Gran Bretaña? Fue colonizado, oprimido y esclavizado, y se le impuso un idioma. Nadie pensó que algún día utilizaría ese hecho para crear un problema, para reclamar el derecho de ir a vuestro país porque habla el mismo idioma. Lo mismo se puede decir respecto de los francófonos. Les resultaría difícil entender, ante todo, por qué se celebra una conferencia como esta, una conferencia que se opone a la migración. Dirían que son francófonos y que tienen derecho a ir a Francia. Hablamos el mismo idioma, somos parte de la misma cultura y somos el mismo pueblo. ¿Cuál es el propósito de esta conferencia? Cancélenla, porque nos vamos directamente a Francia.

Ustedes tienen conocimiento de estos hechos, pero prefieren negarlos. Sería catastrófico que no tuviesen conocimiento de que existen. Hay otra dimensión muy peligrosa relacionada con la migración. Miren el mapa del mundo. Verán los países de donde salen los migrantes y los países hacia donde van. Se ha iniciado en Asia una gran explosión demográfica, que reverberará en el mundo entero. Las oleadas de inmigrantes irán a cualquier lugar donde haya un vacío demográfico. Ahora, ustedes se están ocupando de la migración que va de África a Europa. Pronto, todos nosotros, en África y en Europa, afrontaremos el nuevo reto que constituirán vastas oleadas de inmigrantes procedentes de Asia. Llegarán como nubes de langostas como consecuencia de la explosión demográfica que se producirá en China, en el Océano Índico y en el Asia Oriental. Una mirada al mapa bastaría para que esa amenaza quedara patentemente clara. ¿Cómo piensan hacer frente a ese reto? Se han reunido aquí para debatir la migración que va desde África hacia Europa. Ahora un diluvio humano de proporciones astronómicas se cierne sobre nosotros. Vendrán como en el caso de Gog y Magog, en la Biblia. Hago sonar la alarma ante el mundo entero. La explosión demográfica en Asia es otro grave reto que afectará a África y a Europa. Por favor, tomen nota y sean mis testigos.

Otra mirada al mapa revelaría otras causas del aumento de la migración. Las intervenciones militares que tienen lugar actualmente en el Iraq, en el Golfo, en el Oriente Medio, en la región kurda de Turquía y en el Irán, así como la situación imperante en el Cuerno de África, atizan la migración. También lo hacen las numerosas guerras civiles que hay en el sur de Filipinas, en el sur de Tailandia, en Chechenia, en la región de los Grandes Lagos del África Central, en Cote d’Ivoire, en el Cuerno de África, en el Chad y en el Sudán. Todas esas guerras civiles hacen que aumente la migración. ¿Quién está detrás de esas guerras? Las mismas manos que crearon el colonialismo e hicieron estragos en el mundo están detrás de esas guerras civiles. El sector privado, los fabricantes de armas y los traficantes de armas se benefician gracias a ellas.

Los organismos de inteligencia europeos eligen a una persona, la entrenan, le dan fondos y le asignan la responsabilidad de iniciar una guerra tribal, una controversia fronteriza, un conflicto étnico o una guerra religiosa en alguna parte del mundo. Cuando esa guerra estalla, beneficia a los traficantes de armas y a los fabricantes de armas. También se convierte en un pretexto conveniente para una intervención militar. Los que aportan tropas para los Cascos Azules también se benefician. Incluso las Naciones Unidas se benefician. ¡Se han convertido en una empresa formidable! Cuando estalla una guerra, envían 70.000 efectivos encargados del mantenimiento de la paz. Naturalmente, esos efectivos necesitan dinero. Se les da dinero a las Naciones Unidas. Si se calcula que la operación tiene un costo de 10 mil millones de dólares, las Naciones Unidas gastan 6 mil millones y se guardan los otros 4 mil millones. Hasta las Naciones Unidas se han convertido en un mercader de la guerra y en un agente que trabaja a comisión.

En conclusión, no quiero que haya ninguna confusión ni malentendido respecto de lo que he dicho aquí. No he querido desalentarlos, ni he querido objetar las medidas destinadas a combatir la migración. Por el contrario, coincido plenamente con ustedes. Abrigo la esperanza de que se ponga fin a la migración. Libia es uno de los países que se han visto gravemente afectados por la migración. La migración ha agotado nuestros recursos. En Libia el número de inmigrantes duplica o triplica el número de libios. Los alimentamos, les damos albergue, les brindamos transporte, y reciben su proporción de los productos baratos que subsidia el presupuesto de Libia. Abrigamos la sincera esperanza de que ustedes encuentren una solución a este problema.

He sido totalmente honesto con ustedes. He revelado la verdad y la he puesto al desnudo ante ustedes, para que ustedes encuentren una solución. Eso es prueba de mi sinceridad. Si un paciente necesita cirugía no podemos conformarnos con darle analgésicos. Eso sería un engaño, un acto que sólo puede llevar a cabo una persona ignorante. La honestidad indica que un médico profesional debe hablar honestamente con el paciente, decirle la verdad respecto de su situación y hacerle saber que necesita cirugía, y no simplemente analgésicos.

Lo que he tratado de hacer es presentar ante ustedes toda la verdad. La Tierra pertenece a todos los seres humanos. Los habitantes de todos los continentes son originariamente migrantes. Hay que tener esto en cuenta. También hay que tener en cuenta los elementos que planteé respecto de las eras de la esclavitud, del colonialismo y del saqueo de los recursos naturales. No podemos pasar por alto la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, que se cobraron la vida de millones de hombres y así alentaron la migración hacia Europa y hacia otras partes del mundo. Tenemos que recordar los motivos y las causas de esas guerras.

Fueron las Potencias coloniales quienes impusieron su idioma a los pueblos colonizados. Fueron ellas quienes les transmitieron la impresión de que los africanos y los europeos son de un mismo continente y pertenecen a los mismos pueblos. ¿Cómo podría alguien hablar de dos continentes distintos y al mismo tiempo hablar del Congo belga, de la Libia italiana, del Sudán francés, del Sudán británico y de la Argelia francesa? Eso ha hecho que la gente tenga la impresión de que tiene derecho a ir a la “madre Patria”.

Debo decir además que las cuestiones que mencioné, como el visado único, Barcelona, la Alianza y la cooperación euromediterránea, así como los llamamientos en favor de los derechos humanos y de los derechos de los refugiados, han facilitado la migración. Planteé todo esto sin tapujos ante ustedes para ayudarlos en su tarea. Si quieren resolver el problema, tienen que abordar estos hechos.

Les deseo el mayor de los éxitos. Que la paz y las bendiciones de Dios los acompañen.