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Artículos - 19 February، 2024

El Hermano Líder habla acerca de Ucrania: Un verdadero problema

 Siempre que me resulta posible, doy a conocer mis opiniones acerca de las cuestiones y problemas internacionales más importantes. Lo hago con la esperanza de influir de manera positiva en la política internacional a fin de que los pueblos del mundo entero, incluido mi pueblo, puedan gozar de libertad y seguridad. Tengo el deber de hacerlo, habida cuenta de la influencia que podría ejercer en la política mundial. Al mismo tiempo, es mi contribución a la creación de un mundo seguro y libre.

 

En este ensayo, abordaré la cuestión de Ucrania, a la que considero un verdadero problema. Ucrania en un Estado Miembro de las Naciones Unidas soberano e independiente. Sin embargo, esto no es suficiente para los ucranianos debido a la historia de su país y de su región. Hace mil años, ni Rusia ni Ucrania eran lo que son ahora. A Kiev se la denominaba la Kiev de Rusia. Orgullosos de su historia, los ucranianos consideran que su país fue la cuna original. Sostienen también que el pasado demográfico común de la región hace que a los rusos les resulte difícil ver a Ucrania como a un Estado diferente. Afirman también que a lo largo de los dos últimos siglos ha habido intentos destinados a suprimir su idioma. Los ucranianos creen también que desde hace varios siglos la historia de su país ha sido una lucha constante por la independencia. Dicen que antes de lograr recientemente su independencia ya la habían logrado en otras cinco ocasiones. No obstante, en cada una de esas ocasiones la independencia no duró debido a la falta de garantías. La primera experiencia de Ucrania como república independiente duró sólo seis meses. La segunda instancia duró tres meses. En una ocasión, la independencia duró apenas 18 horas.

 

Formalmente, los rusos reconocen a Ucrania como Estado independiente, soberano, vecino y hermano. Entonces, ¿cuál es el problema? El problema radica en que Ucrania quiere garantías internacionales para su independencia, para no volver a perderla. No obstante, a Rusia le resulta muy difícil aceptar dichas garantías. Esa es la esencia de la gravedad del problema. La profunda contradicción en las políticas de los dos países radica en el hecho de que lo que Ucrania considera una garantía de su independencia constituye para Rusia una amenaza a su seguridad y a su independencia. Evidentemente, Ucrania desea pasar a ser miembro de la Unión Europea y de la OTAN. Considera que su condición de miembro es la única garantía segura de su independencia. En realidad, es una garantía respecto de Rusia, y de ningún otro Estado. Los rusos consideran que las garantías que requiere Ucrania constituyen una grave amenaza para la seguridad de Rusia. Consideran que dichas garantías son innecesarias, dado que Rusia reconoce a Ucrania como Estado independiente y soberano.

 

Más allá de los puntos de vista de una y otra parte, la situación es sumamente grave y constituye un verdadero problema. Si la OTAN pone pie en Ucrania, estará a las puertas de Moscú. Si el enemigo llega a la puerta, hay sólo dos opciones: o se le abre la puerta, o derribará la puerta. Ese es el inminente peligro. Para aplacar los temores de Rusia, Ucrania afirma que en su Constitución se prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras en territorio ucraniano. Por lo tanto, Rusia no tiene nada que temer. A esto Rusia responde que la amenaza no dimana de la presencia o la no presencia de bases militares, sino del hecho de que el territorio ucraniano pasará a ser territorio de la OTAN y sus fuerzas armadas pasarán a ser parte de la fuerza de la OTAN. Esto resulta totalmente inaceptable para Rusia, dado que constituye una amenaza directa y grave a su seguridad. A su vez, los ucranianos insisten en que lo único que desean es contar con garantías internacionales para su independencia. No quieren amenazar a Rusia ni ponerla en peligro. Afirman que están dispuestos a firmar con Rusia un documento vinculante por el que Ucrania se comprometa a no ser jamás una amenaza para Rusia. Sostienen que lo que desean es salvaguardar los intereses de Ucrania, y no amenazar a Rusia. No obstante, Rusia considera que el solo hecho de que Ucrania pase a ser miembro de la OTAN, a la que considera un enemigo, constituiría una amenaza.

 

Además de este problema central, existen otros delicados problemas secundarios. Si no se los resuelve, podrían generar graves consecuencias. Entre dichos problemas figuran las cuestiones de la isla de Tuzla, la plataforma continental, la demarcación de fronteras, la ciudad de Sevstobl, la base militar rusa y Crimea. Además, está la hambruna de 1932-1933. Los ucranianos consideran que la condenación de ese episodio es una condenación de un pasado aborrecible, y no una condenación de Rusia. ¡¡Para complicar aún más la situación, alrededor del 20% de los habitantes de Ucrania son étnicamente rusos!! Este es el panorama del verdadero problema de Ucrania.

 

Recientemente viajé por primera vez a Rusia y a la Ucrania independiente tras la desintegración de la Unión Soviética. Después de ese viaje, decidí abordar los problemas que acabo de mencionar. Mi objetivo es que todas las partes estén plenamente informadas. Esto podría resultar útil a la hora de examinar las consecuencias de cualquier política que decidan adoptar. Las partes interesadas, Rusia, la Unión Europea y la OTAN son miembros poderosos de la comunidad internacional. Un enfrentamiento entre ellas pondría en peligro la paz y la seguridad internacionales. Podría causar daños a todos los países y a todos los pueblos, incluidos mi propio país y mi propio pueblo. Socavaría la paz mundial y podría incluso causar daños a las partes mismas.